En el último post te explicamos que el urólogo es el especialista de los cálculos renales. Y te dimos algunas recomendaciones para escoger al mejor urólogo posible. Si te lo perdiste, puedes leerlo aquí.
En esta ocasión hablaremos de otros profesionales sanitarios que también juegan un papel importante en el diagnóstico, tratamiento y prevención de los cálculos renales. Si quieres evitar la formación de futuros cálculos renales, este post te interesa y mucho. ¡Sigue leyendo!
¿Qué otros profesionales intervienen?
El urólogo no es el único profesional sanitario que interviene en el tratamiento de pacientes con cálculos renales. También participan el nefrólogo, el médico de atención primaria, el médico de urgencias, el radiólogo, el anestesista, el nutricionista, el bioquímico, el microbiólogo y el enfermero. ¿Pero quién interviene en cada caso y por qué son importantes? Veamos cada caso por separado.
El Médico de Urgencias
El médico de urgencias (o especialista en medicina de urgencias) es el primer médico que el paciente ve cuando llega a un Servicio de Urgencias de un Hospital con los síntomas de un cólico nefrítico.
El trabajo de los médicos de urgencias es diagnosticar el cólico nefrítico a partir de los síntomas y de otras pruebas complementarias (como análisis de sangre, orina o técnicas de imagen), tratar el episodio agudo con medicación y, cuando procede, derivar al paciente a otros especialistas para que continúen con el tratamiento.
El Nefrólogo
El nefrólogo es el especialista clínico que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades renales, incluidos los cálculos renales. Es por tanto el especialista que en teoría debería investigar las causas de la formación de los cálculos renales en el paciente e iniciar un tratamiento específico para prevenir su recurrencia.
Sin embargo, como vimos en el post anterior, en la práctica esta tarea la suele hacer también el urólogo que es el especialista quirúrgico. Los motivos son históricos. La urología se lleva encargando de eliminar los cálculos renales mediante cirugía desde el siglo XVII, mientras que la nefrología es una especialidad con algo más de 50 años que se ha centrado en otros tratamientos como el trasplante renal o la diálisis. Pero sin duda es conveniente que busques a un nefrólogo con interés en los cálculos renales, puesto que son ellos los más expertos en su tratamiento y prevención.
El Radiólogo
El radiólogo es el médico que se especializa en el diagnóstico de enfermedades y lesiones utilizando técnicas de imágenes médicas tales como los rayos X, la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética nuclear (RMN), la tomografía por emisión de positrones (PET), y el ultrasonido.
El radiólogo se encarga de diagnosticar los cálculos renales usando alguna de las técnicas de imagen antes mencionadas. La más recomendada es el TAC que permite determinar con alta sensibilidad y especificidad la presencia de cálculos, su composición, dureza, tamaño y localización. Esta información es imprescindible para que luego el urólogo pueda escoger el mejor tratamiento quirúrgico.
El Anestesista
El anestesista es el médico que se especializa en proporcionar anestesia al paciente durante la intervención quirúrgica para que no pueda sentir ningún tipo de molestia ni dolor, y para que el urólogo pueda trabajar cómodamente en la extracción del cálculo renal.
Antes de la intervención, el anestesista se encarga de llevar a cabo un estudio detallado del organismo del paciente (estudio preoperatorio), y de calcular el tiempo de anestesia que el urólogo necesitará para realizar la intervención. Para llevar a cabo este estudio preoperatorio el anestesista recogerá datos del paciente tales como el peso o la altura, si se trata de un paciente obeso o anciano, si tiene alguna otra enfermedad que entraña algún riesgo o si tiene alergia a algún medicamento. Es posible que el anestesista solicite pruebas complementarias del paciente para recabar toda la información que necesita.
Durante la intervención, el anestesista se encarga de suministrar la anestesia al paciente para mantenerlo dormido sin que sienta dolor, de conectarlo a un respirador, y de monitorizar sus parámetros vitales tales como la presión arterial, el ritmo cardíaco (ECG), el nivel de oxígeno en sangre, el nivel de CO2 en sangre o la temperatura corporal, entre otros.
Al terminar la intervención, el anestesista también es el responsable de despertar al paciente y de asegurarse de que vuelva a respirar por sí mismo sin dificultad.
En conclusión
Como hemos visto, además del urólogo hay otros profesionales sanitarios que tienen un papel importante en el tratamiento de los cálculos renales. En este post hemos podido repasar de qué se encarga el médico de urgencias, el nefrólogo, el radiólogo y el anestesista. Parece complicado, ¿verdad? Pues no has visto nada. En el siguiente post te explicaremos también las funciones del médico de atención primaria, el enfermero, el nutricionista, el bioquímico y el microbiólogo. Como puedes ver, ¡tratar tus cálculos renales es un trabajo de equipo, y el miembro más importante eres tú: el paciente!