Las personas afectadas por el síndrome de vejiga hiperactiva sufren una alteración en la fase de llenado de la vejiga, presentando contracciones involuntarias del músculo detrusor que se traducen en unas ganas urgentes de orinar.
La urgencia, que es el deseo miccional que surge de manera repentina y es difícil de posponer, es el síntoma más característico de esta enfermedad. En cuanto a la frecuencia, las personas afectadas necesitan ir al baño más de ocho veces al día, incluyendo por la noche, lo que se conoce como nocturia.
Esta enfermedad afecta a más de 400 millones de personas en el mundo y a más de 10 millones de personas en Europa. Según datos de la Guía Vejiga Hiperactiva de la Asociación Española de Urología (AEU), su prevalencia en España en personas mayores de 40 años es del 21,5%, siendo más elevada en mujeres (25,6 %) que en varones (17,4 %). Esto significa que más de tres millones de mujeres y casi dos millones de hombres sufren este problema urológico. La prevalencia aumenta con la edad, afectando al 30-40% de personas mayores de 75 años.
El síndrome de vejiga hiperactiva conlleva un impacto negativo sobre la calidad de vida de quienes lo padecen y de sus familiares o cuidadores, ya que el 65% de ellos ve afectada su vida social, familiar y laboral, debido a que deben planear sus actividades alrededor del acceso a un baño.
Actualmente, los tratamientos para este síndrome se basan en fármacos que relajen los músculos de la vejiga para conseguir un mejor control de la micción y en medidas que ayuden a reducir los síntomas. En esta línea, existen alternativas de tratamiento relacionadas con el pH urinario.
Varios estudios han demostrado que disminuyendo la cantidad de ácido que llega a través de la orina a la vejiga, se pueden mejorar algunos de los síntomas del síndrome de vejiga hiperactiva. La alcalinización (o aumento) del pH urinario puede conseguirse mediante cambios en la dieta o tomando suplementos nutricionales, como es el caso de Lit-Control pH Up, para ayudar a contribuir al normal funcionamiento del equilibrio ácido-base del organismo y, por ende, a mejorar en calidad de vida.