¿Qué es un Catéter doble jota?
Desde la introducción del catéter ureteral a finales de los años 70´del siglo pasado1 , su uso ha tomado una posición importante en la urología clínica. El catéter doble jota o pigtail doble jota es un tubo de diámetro pequeño, que recibe su nombre por la forma que tiene de enrollamiento de sus extremos. Este catéter flexible se coloca localizando uno de los extremos en el riñón y otro en la vejiga. Ambos enrollamientos permiten que el catéter no se desplace.
¿Para qué sirve el catéter doble jota?
Principalmente, el catéter sirve para desobstruir el uréter y permitir el paso de orina del riñón a la vejiga, evitando el cólico nefrítico, el daño renal y la infección de la vía urinaria. Tiene un amplio uso en urología: patología litiásica (piedras), reconstrucción de la vía urinaria, trasplante renal, inflamación de los órganos vecinos, complementario en tratamientos oncológicos que puedan producir obstrucción ureteral 2
Una vez colocado el catéter, comúnmente, mediante una intervención endoscópica a través de la uretra, generalmente no complicada, este no se aprecia en el exterior del cuerpo. Su retirada también es normalmente endoscópica y por lo general menos complicada que su colocación.
¿Durante cuánto tiempo estará implantado un catéter doble jota?
Cada paciente y cada caso es distinto, no es lo mismo portar un catéter doble jota por un tumor, que por cálculos renales, que por una estenosis (obstrucción), etc., con lo cual, la valoración debe ser exclusivamente médica. Debe ser el urólogo, el que decida cuanto tiempo deberá estar implantado el catéter doble jota. Los tiempos son muy variables y hay gente que lo lleva unos días, unas semanas o unos meses… No obstante, hay casos extremos que por su patología deben llevarlo de por vida.
El Riesgo de Calcificación del catéter doble jota
La complicación más severa asociada al uso del catéter doble J es la calcificación y la potencial imposibilidad de extracción del catéter ureteral.3,4 El proceso de incrustación que deriva en la calcificación se ha descrito como el “ciclo de la incrustación”.5, 6 Este ciclo empieza con un crecimiento de determinadas bacterias alrededor del catéter o infección urinaria, que contribuyen a una alcalinización de la orina y a un descenso de la solubilidad de minerales en orina, facilitando la posibilidad de calcificación.5 Este proceso ocurre más rápido en algunos pacientes que en otros, sugiriendo que existen pacientes más propensos a presentar esta complicación.7
Diversos estudios han demostrado la importancia del control del pH urinario (pHv) para determinar la frecuencia de la calcificación del catéter, 8-10 siendo esta medida una variable a considerar en en el manejo de pacientes cateterizados. El pH urinario, está influenciado por distintos factores, pero es especialmente sensible a la dieta10 Por ese motivo las intervenciones higieno-dietéticas (ejercicio, dieta, ingesta de fluidos, etc.) son una de las medidas preventivas de incrustación del catéter de gran utilidad, aunque su efectividad está sujeta a la adherencia del paciente.
Lit-control®pH Down es un complemento alimenticio con efecto acidificante sobre la orina por lo que ayuda a prevenir complicaciones derivadas de la alcalinización de la orina. Contiene L-metionina, fitina (sal fitato cálcico-magnésica), zinc y vitamina A.
De acuerdo con la European Association of Urology (EAU), la acidificación urinaria con L-metionina hasta pH 5,8 – 6,2 está recomendada como medida terapéutica para los determinados cálculos renales a dosis de 600-1500 mg/día13. Esta recomendación está basada en los resultados observados diversos estudios clínicos1415. Por lo tanto, para poder garantizar las dosis terapéuticas de L-Metionina (1500mg/día), la pauta de Lit-control®pH Down a seguir sería equivalente a 3 cápsulas día (500 mg/cápsula).
¿Cómo puedo saber que mi orina está en el rango adecuado de pH?
Existe en el mercado un dispositivo: Lit-control® pH Meter que es producto sanitario que permite a los pacientes autocontrolar su pH diariamente en su propio domicilio, posibilitando un control exhaustivo del pH y el nivel de riesgo de incrustación.
Referencias
1. Finney, RP. Experience with new double J ureteral catheter stent 1978. J Urol 2002 167:1135-8.
2. González-Ramírez MA, Méndez-Probst CE, Feria-Bernal G. Factores de riesgo y manejo en la calcificación del catéter doble J. Rev Mex Urol 2009;69(1):7-12.
3. El-Faquih SR, Shamsuddin AB, Chakrabaarti A et al. Polyurethane internal stents in treatment of stone patients: Morbidity related to indwelling times. J Urol 1991;146:1487-91.
4. Mohan-Pillai K, Keeley FX Jr, Moussa SA et al. Endourological management of severely encrusted ureteral stents. J Endourol 1999; 13:377-9.
5. Getliffe K. Care of urinary catheters. Nurs Stand. 1995; 10(1): 25–9.
6. Gibney, Linda E. "Blocked urinary catheters: can they be better managed?." British Journal of Nursing 25.15 (2016).
7. Kunin CM, Chin QF, Chambers S. Formation of encrustations on indwelling urinary catheters in the elderly: a comparison of dierent types of catheter materials in `blockers' and `non- blockers'. J Urol 1987; 138: 899-902.
8. Hedelin H, Bratt CG, Eckerdal G, Lincoln K (1991) Relationship between urease producing bacteria, urinary pH and encrustation on an indwelling catheter. Br J Urol 67(5): 527–32.
9. Kohler-Ockmore J, Feneley R (1996) Long term catheterization of the bladder: prevalence of morbidity. Br J Urol 77(3): 347–51.
10. Burr RG, Nuseibeh IM (1997) Urinary catheter blockage depends on urine pH, calcium and rate of flow. Spinal Cord 35(8): 521–5.