La calcificación de los catéteres urinarios es una de las complicaciones que pueden surgir mientras se lleva un catéter urinario. La principal causa de la calcificación es una infección previa del catéter.
Existen varios tipos de catéteres urinarios, pero en este caso nos referimos a dos en concreto: los catéteres uretrales (o doble J, por la forma que adoptan sus extremos) y las sondas vesicales.
Un catéter doble J es un tubo de diámetro pequeño, de silicona en general, y que recibe su nombre por la forma enrollada que adoptan sus extremos. Se introduce entre el riñón y la vejiga para asegurar el paso de la orina en esta zona cuando el uréter está obstruido. Una vez colocado este catéter, no se aprecia en el exterior del cuerpo.
Una de las principales causas por las que la orina no puede llegar bien a la vejiga puede ser la existencia de un cálculo renal que está obstruyendo el uréter y no permite su flujo normal. Aunque también puede deberse a un tumor o alguna malformación que presiona el uréter desde fuera, provocando un estrechamiento e impidiendo así el flujo de la orina.
Una sonda vesical es un tubo muy fino que se introduce en la uretra hasta llegar a la vejiga para facilitar la expulsión de la orina fuera del cuerpo. Se suelen utilizar en diferentes casos: cuando una persona tiene incontinencia urinaria o, al contrario, es incapaz de vaciar la vejiga o incluso su vejiga se contrae de manera involuntaria (lo que se conoce como síndrome de vejiga hiperactiva); todas por falta de control.
Pero en ambos tipos de catéteres, la calcificación suele ocurrir en los orificios de entrada o de salida de la orina. Y esto ocurre por la entrada de bacterias al organismo en el momento de introducir las sondas. La vejiga reúne todas las condiciones óptimas para que estas bacterias puedan proliferar y el catéter se convierte en el lugar idóneo donde adherirse. Una vez se han instalado, descomponen y alcalinizan la orina, produciendo sales de calcio. Si estas sales precipitan, se convierten en cristales, lo cual pueden llegar a obstruir las vías de entrada (en el riñón) o de salida (en la vejiga) del catéter doble J; o bien la vía de entrada de la orina en la vejiga de la sonda vesical.
Como la calcificación del catéter urinario está asociada a un pH urinario alcalino (o elevado), para ayudar a prevenir la infección y la calcificación, se recomienda reducir (o acidificar) elpH de la orinapor debajo de 6,2. Esto se puede conseguir ya sea mediante una dieta sana y equilibrada o con suplementos, como Lit-Control pH Down. De esta manera, se podrá restablecer el normal funcionamiento ácido-base del organismo, alargar la vida útil del catéter y evitar los riesgos asociados a la calcificación.